Soy La Barbara

y mi amor por las plantas va más allá de lo estético. Para mí, las plantas representan un poder transformador en nuestras vidas, capaces de traer armonía, paz y belleza a nuestros espacios. Creo firmemente en su capacidad para elevar nuestro bienestar físico y emocional, y estoy comprometido a compartir cómo pueden alcanzar ese poder en tu propia vida.

Me dedico al mantenimiento, cuidado, enseñanza y asesoría del mundo vegetal. Desde técnicas prácticas hasta enfoques holísticos, mi objetivo es, no solo cuidar de las plantas, sino también empoderar a otros para que lo hagan con confianza y conciencia.

Tengo soluciones personalizadas a cada planta y cliente.

  • Aquí, en el corazón de Mérida, un santuario se esta formando,

    las plantas prosperan y las almas se conectan con la esencia misma de la naturaleza. En este lugar, nos encontramos nosotros, los guardianes de la vegetación, los protectores de la vida verde: somos más que cuidadores, somos celosos custodios de un legado ancestral que nos ha sido confiado.


    Creer en el poder de las plantas para sanar, para inspirar y para transformar. Cada hoja, cada tallo, es un recordatorio de la vitalidad de la Tierra y de nuestra responsabilidad de preservarla. Comprometernos a nutrir cada planta con amor y respeto, reconociendo su singularidad y valor en el tapiz de la vida.

  • Este proyecto,

    va más allá del mantenimiento; es un acto de devoción hacia la naturaleza y hacia nosotros mismos. Enseñamos con humildad y aprendemos con gratitud, compartiendo nuestros conocimientos con aquellos que desean conectar más profundamente con el mundo vegetal que nos rodea.

    Esforcemonos por inspirar un cambio, una revolución verde que trascienda los límites de nuestros jardines y llegue a cada rincón de nuestra comunidad. Abogamos por un futuro en el que la armonía entre la humanidad y la naturaleza sea la norma, no la excepción.

  • Seamos guardianes responsables,

    promovamos prácticas sostenibles y defendamos la biodiversidad que nos rodea. Reconozcamos que nuestras acciones tienen un impacto, y elijamos actuar con compasión y cuidado en todo lo que hacemos.

    Únete a esta danza eterna de vida y crecimiento.